lunes, 17 de marzo de 2014

ERES MUJER, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡TÚ DECIDES!!!!!!!!!!!


Este año el día 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora, en el cual se realizan una retrospectiva para ver los avances conseguidos… este año se han visto teñidos,  ya que sobre todo destaca un avance, el avance hacia la nueva minoría de edad de la mujer.

La ley de Protección del Concebido y de la mujer embarazada, se refiere al aborto en ciertos supuestos llegando a  tipificarlo como delito, pero Sin Sanción. La opresión que explicita esta ley es cuanto menos indignante. Se estipulan obstáculos para influir en la toma de decisión de la mujer sobre su propio aborto, si la mujer toma finalmente la decisión de abortar se ve obligada a hacer una labor de investigación y de súplica a dos profesionales distintos del centro donde vaya a realizar el procedimiento, estos deben emitir un informe convincente en el que especifiquen los daños que puede llegar a sufrir o padecer y de que índole son, estos han de ser valorados y los informes emitidos por especialistas en el sector que alegues el daño, por lo tanto puedes alegar daños psicológicos pero te dificultan este proceso de forma muy significativa, te obligan a tener dos juicios de valor distintos.

¿A caso no somos lo suficientemente conscientes y racionales, para tomar por sí solas la decisión? ¿A caso nuestra decisión ha de estar supervisada y valorada y respaldada por otras dos personas más?, ¿A caso una decisión tan íntima ha de ser expuesta a que sean otros quién valoren si es idónea o no?¿Qué pasa con nuestra percepción sobre nuestra propia decisión? ¿Qué pasa con nuestra voluntad, con nuestra decisión? ¿No es suficientemente válida? ¿Qué pasa si creemos que no es el momento idóneo para ello? ¿Qué ocurre si simplemente no queremos? ¿Qué ocurre con nuestra percepción sobre la paternidad responsable? ¿Qué ocurre si pensamos que no podemos dotarle de los medios necesarios para asegurarle las condiciones óptimas de dignidad? Además nos estipulan después de que por sí mismas hayamos tomado la decisión, un periodo mínimo de siete días para reflexionar. ¿Se duda de nuestra capacidad de decisión a caso?

Además se elimina uno de los supuestos, el de malformación fetal, que el feto tenga una malformación fatal incompatible para el óptimo desarrollo de este, y que la dolencia sea incurable, deja de ser un supuesto por sí mismo. Y esto nos lleva a pensar, si una mujer es consciente que va a tener un hijo con una malformación grabe incurable, y esta se plantea ¿qué calidad de vida voy a poder darle a mi hijo o hija?, si además de la problemática que este padece soy una más de los seis millones de parados que tiene este país, ¿cómo voy a atender a mi hijo o hija? si además de las atenciones que requiere un recién nacido trae consigo una dolencia irreversible que requiere unos cuidados continuados, ¿cómo hago para dotarle de todos los cuidados necesarios y medios necesarios que este requiere? ¿Cómo lo hago si además en materia de prestaciones sociales y recursos sociales se están dando unas continuadas restricciones?

Además de dificultar los procesos para alegar daños psicológicos en la mujer, no piensan que además este endurecimiento y retroceso en los derechos de la mujer puede llevar a que ciertas mujeres ante el panorama que se les muestra decidan tomar medidas desesperadas y acudir a realizar un aborto en centros clandestinos, arriesgando su salud, su vida, recurriendo al ocultismo, a métodos siniestros, a sentirse perseguidas, a no poder actuar con su propia voluntad, a no poder decidir cuándo tener un hijo y en qué condiciones, a no poder ser dueñas de su propio cuerpo, a sentirse manejadas, sometidas a estrictos controles y ya no pueden tan solo dar su opinión acerca de su situación, sino que se van a ver obligadas a buscar profesionales especialistas en la dolencia que quieran alegar y convencerles de su situación a dos profesionales distintos, adiós a su intimidad y privacidad. No querer ser padres, no poder ser padres por las coyunturas que sean, ya  no es motivo para abortar antes de las 14 semanas, entonces…. Debemos ser madres si o si, ¿Dónde queda la paternidad responsable? ¿Dónde queda la dignidad de la mujer si simplemente no quiere ser madre? ¿Por qué han de ponernos trabas en una decisión tan íntima y personal?

 No es de extrañar lo que está por venir, mujeres obligadas al turismo para abortar fuera de España, para quién tenga los medios necesarios,  otras a recurrir a prácticas abortivas clandestinas, arriesgando su salud, su vida, otras a ser madres incrementando así su situación que quizás sea precaria, o bien a tener un hijo que en ese momento no desean.

¿Por qué el hecho de ser madres debe depender de otra opinión distinta que no es la de la propia mujer? ¿Es acaso esta ley un método de represión y sometimiento para la mujer por ser mujer?

No queremos ser tuteladas, tenemos capacidad de decisión, como seres humanos autónomos no queremos ser influidas para ser madre o no ser madre, porque somos libres y así deberían ser nuestras decisiones porque no queremos una minoría de edad para la mujer, recordemos que la maternidad es una elección y no debería de convertirse en una imposición.

Son demasiadas cuestiones las que nos abordan tras esta reforma de la ley del aborto que se ha estipulado, el cual se percibe un claro retroceso en los derechos como mujer.

Además ser mujer tiene otros obstáculos añadidos, somos el sector poblacional más perjudicado con la crisis, las mayores tasas de paro, pese a ser las que más aulas ocupamos.

El problema reside en que nuestros dirigentes, empresarios, no tienen formación en materia de género, cómo queremos que ciertas situaciones de discriminación cambien si quienes están en los puestos de mando no tienen ningún tipo de formación.

Y es que el planteamiento en materia de género en ciertos aspectos está mal planteado, porque mediar como paliativo si el mejor agente de cambio para ciertas situaciones es la educación durante los periodos de formación, porque no se incluyen materias de género en los estudios para que después nuestros niños/as, jóvenes, en un futuro hayan adquirido los conocimientos necesarios para que contribuyan a una sociedad más igualitaria y no discriminatoria.

El/la trabajador/a Social tiene entre otras muchas funciones la implicación en la concienciación de la sociedad, la educación, influir en las políticas sociales, para lograr que estas sean inclusivas e igualitarias para toda la sociedad.

Por ello debemos de concienciarnos en que no solo somos agentes de cambio para la sociedad sino que también poseemos la capacidad de influir en las políticas sociales. Debemos de cooperar como profesionales para influir y modificar aquello que creamos que es susceptible de cambio, además reivindicar materias de género en todas las titulaciones profesionales para lograr así una mayor concienciación y conseguir una mayor efectividad en materia de igualdad de género. 

 

González Stéfani, Gerardo Néstor

Navas Glembotzky, Teresa

3º de Grado en Trabajo Social.

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