martes, 19 de marzo de 2013

EN EL DÍA MUNDIAL DE TRABAJO SOCIAL

En estos tiempos de crisis, donde se acentúan las divisiones y desigualdades, nuestra labor como trabajadores sociales se torna en algo con mayor peso que nunca.

Impera el egoísmo y la falta de principios de los que pulcra, clara y transparente debieran representarnos, aquellos para los que solo somos unos euros menos o unos céntimos más.

Y es ahora, cuando falta el dinero, el momento en el que deben crecer nuestros principios éticos y nuestra responsabilidad.

Ahora que se priorizan los temas económicos a los humanos, que retrocedemos en el tiempo y perdemos derechos peleados por nuestros abuelos, sudados por nuestras madres, sangrados por nuestros padres. Es el momento en el que debe emerger nuestra figura de trabajadores sociales.

Podemos capacitar a las personas y sociedades para que sean participes de su propio cambio, y que éste influya a un nivel más amplio (global)

Nuestra labor no está solo del lado de los más desfavorecidos, que no cabe duda de que siempre tendrán nuestro apoyo, si no que va más allá. Debemos saber que tenemos la función de concienciar a la población en general, en busca del bienestar y de la eliminación de las barreras sociales.

Debemos luchar por la creación de una conciencia social colectiva, y que juntos unamos fuerzas y peleemos por lo que tanto costó conseguir

Para todo ello tiene que existir un absoluto compromiso por nuestra parte , y responsabilidad en todos nuestros actos profesionales, que harán que junto con el esfuerzo empleado, podamos contribuir a la creación de una sociedad más justa e igualitaria, en la que la población sienta que de verdad cuenta, que tiene poder.

Para que el día de mañana miremos a nuestro alrededor y no pensemos a cada momento, ¡Qué injusticia!

Por todo ello, y con la certeza de que el cambio es posible, luchemos activamente por ello.

 

Mario Marín, 3º Grado en Trabajo Social

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